Para esa época, era inaceptable e inmoral para un hombre joven el amar a una mujer mayor. Para evitar el infierno grande de un pueblo chico y el desprecio de sus comunidades, la pareja decidió fugarse y vivió en una cueva en el condado de Jiangjin en la sureña municipalidad de ChongQing. Al principio la vida fue dura ya que ellos no poseían nada, ni electricidad ni alimentos. Tuvieron que comer pasto y raíces que encontraron en la montaña.
Xu sentía que había atado a Liu y repetidamente le preguntaba, "¿Estás arrepentido?", pero Liu siempre le respondía "Mientras seamos laboriosos, la vida mejorará". En el segundo año de vivir en la montaña, Liu empezó a cavar escalones en la piedra con sus propias manos y continuó por más de 50 años, para que su esposa pudiera bajar fácilmente la montaña.
Su historia se dio a conocer casi por accidente, cuando unos caminantes que merodeaban por el bosque encontraron los escalones en la ladera de la montaña y que llegaba hasta la cueva que fue morada para Liu y Xu por espacio de 50 años. Fue la numero uno de la lista de las "Mas Asombrosas Historias de Amor" organizada por la Chinese Women Weekly, que recopilo historias de todo el territorio chino durante el año.
Liu y Xu no pudieron estar presentes en la ceremonia debido a sus avanzadas edades, pero uno de sus siete hijos, Liu Mingsheng, llego a esta portando una lampara de Kerosene que su padre había hecho a partir de una botella de tinta.
"Mis padres han vivido en la reclusión por mas de 50 años a causa del amor del uno por el otro. No teníamos electricidad, pero mi padre hacia lamparas de Kerosene para iluminarnos la vida", dijo en un breve pero emotivo discurso. "Mi madre raras veces desciende de la cueva, pero aun asi mi padre hizo mas de seis mil escalones para su conveniencia. Es una escalera de amor"
La pareja convivio por más de 50 años en union, hasta que Liu, ya de 72 años, regresó de su labor agrícola diaria y colapsó. Xu se sentó y oró por su esposo mientras moría en sus brazos. Tan enamorada de Xu estaba Liu, que nadie fue capaz de liberar el agarre que él tenía en la mano de su esposa aún después de muerto. "Tú me prometiste que cuidarías de mi, que siempre estarías conmigo hasta el día en que muriera. Ahora tú te fuiste antes que yo, ¿Cómo voy a vivir sin ti?" era lo unico que Xu suavemente repetia mientras tocaba el ataúd negro de su esposo en su despedida.
El gobierno local ha decidido preservar la escalera de amor y el lugar en que vivieron convirtiéndolo en un museo, para que su historia de amor pueda vivir para siempre.
Fuente: CRI.cn
Nota Personal: Este señor partió piedra con sus propias manos, desafiando paradigmas y navegando en contra de la corriente, por el solo hecho de querer ser feliz y hacer feliz a otra persona. Ojala pudieramos emular esta fuerza de voluntad no solo para el amor, sino para cualquier situacion que nos tocara enfrentar en nuestras vidas.