Hace unas dos semanas estuvimos por Hong Kong, visitando la casa matriz de la empresa para la que trabajamos. El motivo era una reunion con toda la plana mayor de nuestra fabrica para discutir el futuro inmediato.
Nuestro vuelo salia de Dhaka a la 1:30 de la tarde, por lo que debiamos salir de la fabrica a mas tardar a las 10:30 de la mañana. Como dicen en el campo, el viaje lo hace el que sale, porque nos fue imposible salir antes de las 11:15 a.m.
El solo hecho de tener que pasar por la fabrica a darle los toques finales a nuestros planes de accion antes de ir al aeropuerto era un reto, tomando en cuenta el transito de aqui, ademas de que el aeropuerto queda a unos 40 minutos de la empresa.
En fin, a todos nos dio la sensacion de que estabamos a punto de descubrir que la Teoria del Caos es infalible. Si algo puede salir mal, va a salir mal. Estoy seguro de que Murphy no es de Bangladesh, pero es indudable que gusta pasar mucho tiempo aqui.
Nuestra agenda de por si ya estaba bien congestionada y con el tiempo contado. Saliamos de aqui a la 1:10 p.m. para llegar a Tailandia a las 5:30 p.m. locales y despues de un traspaso de 2 horas, debiamos abordar otro avion que nos llevaria a Hong Kong saliendo a las 7:30 p.m. de Tailandia y arribando a Hong Kong a las 10:30 p.m. locales. La reunion estaba pautada para las 9:00 a.m. del dia siguiente, por lo que debiamos descansar inmediatamente llegaramos para sacudirnos un poco el Jet Lag y estar un poco mas alerta durante las largas horas de reuniones que nos esperaban. Nuestro viaje de regreso empezaba al otro dia en la manana, con un vuelo saliendo para Tailandia a las 8:00 a.m., y estando de regreso en Dhaka a las 2:00 p.m.
En la terminal tuvimos que esperar al rededor de una hora, aproximadamente; en lo que cargaban de combustible el avion. Una vez nos dejaron pasar, aun tuvimos que esperar casi hasta las 5:00 p.m. para despegar. Ale se tuvo que sentar solo en el viaje de ida a Tailandia, mientras que yo me sente con Daniel en los asientos del medio y practicamente teniamos que turnarnos para respirar, al igual que para comer. La verdad es que fue un vuelo incomodo, por lo que tratamos de dormir un poco. Al momento de llegar la cena, fuimos despertados abruptamente por la azafata para ofrecernos de comer, y aunque debo admitir que la comida estuvo muy buena, la manera que utilizo para despertarnos nos puso de muy mal humor. Solo nos alegramos cuando vimos venir en el carro unas latas de cerveza Heineken, que en Dhaka cuestan US$10.00 y desde que estoy aqui no habia podido saborear nada que se pareciera a la Presidente.
El resto del vuelo fue algo nubloso en mi memoria, ya que dormi la mayor parte del tiempo. Tanto el cansancio como el deseo de que la travesia pasara rapido hicieron que nos durmieramos antes del despegue hasta el aterrizaje en casi todos los vuelos, despertandonos solo para comer.
Al arribo a Tailandia a eso de las 8:00 p.m., nos esperaban dos empleadas de la linea aerea, con tickets validos para una noche en un hotel, comida y transporte desde y hasta el aeropuerto. Nos tomaron nuestros pasaportes y tickets de embarque y revisaron cuidadosamente todos los sellos. Ya teniamos practicamente todos los planes de la noche para irnos de fiesta en Bangkok. Todo iba bien hasta que leyeron el pais al cual perteneciamos en el pasaporte. Otra vez la jodia desdicha de ser dominicano a la hora de viajar. A pesar de que en Tailandia otorgan Visas al arribo y de que dimos todo tipo de lavia para que nos permitieran salir del aeropuerto, la resolucion fue tajante, simplemente no podiamos salir. Cuando cuestione a una de las empleadas de por que no se nos otorgaba una Visa en arribo, que si se debia a que no conocian mi pais y ella solo me contesto: "Something like that...".
Ni modo, pensamos. A fin de cuentas no estabamos supuestos a salir del aeropuerto en primer lugar, pero hubiera sido interesante conocer este hermoso pais. Las empleadas trataron de consolarnos diciendonos que habia un Mall muy interesante en el aeropuerto, a lo que les respondi que a eso se le llamaba Duty Free y ellas solo sonrieron y dijeron que si mientras asentian con la cabeza.
Fuimos llevados al hotel del aeropuerto por las jovenes de servicio al cliente y camino hasta el pudimos comprobar que era un aeropuerto inmenso. Si esto es solo el aeropuerto, no me imagino como es el resto de Tailandia, porque la verdad es que era una obra de arte. El hotel era bien pequeno, pero acogedor, las habitaciones eran del tamano de cubiculos de oficina, pero bien comodas y Ale y yo no teniamos que usar el telefono para comunicarnos, porque nos podiamos escuchar perfectamente a traves de las paredes.
Inmediatamente llegue a mi habitacion, me di un baño que tanta falta me hacia y me cambie para ir con los muchachos al mall. Camino al mall, pasamos frente a un salon de masajes el cual acordamos visitar despues de hacer el recorrido e ir a cenar al hotel. Las tiendas estaban llenas de prodcutos de primera calidad, las mejores marcas, los bares bien llamativos, pero no nos animabamos sabiendo que dentro de pocas horas debiamos estar camino a HK. Ale, como siempre, se detuvo en par de tiendas a comprar par de cosas para su familia, pero Daniel y yo solo queriamos caminar y ver que habia en los alrededores.
Una vez recorrimos todas las tiendas habidas y por haber, hicimos una parada en el hotel para cenar algo y dirigirnos hacia el salon de masajes que tanto habia llamado nuestra atencion. Los precios eran sumamente razonables. Por una hora de masajes en los pies, solo tuvimos que pagar US$20.00 y fueron los US$20.00 mejores gastados en todo lo que tengo de este lado del mundo.
Despues de habernos regalado esos masajes, nos dirigimos a las habitaciones, pues ya pasaban de la 1:00 a.m. y teniamos que estar en la terminal a las 6:00 a.m. con destino a Hong Kong.