miércoles, 8 de abril de 2009

El verdadero Nightlife de Dhaka

Como de costumbre, los jueves en Dhaka eran el mejor dia para nosotros. Despues de seis dias de largas horas en la empresa que nos empleaba, lo unico que deseabamos era poder salir a respirar aire fresco y compartir entre amigos sin la preocupacion de tener que acostarnos de inmediato para alcanzar a dormir al menos cinco horas. Cuando el Grupo Latino o Los Marines Norteamericanos no tenian fiestas programadas, decidiamos salir a cenar fuera. Nuestro lugar predilecto era Saltz, un restaurante de mariscos ubicado en un segundo piso, justo encima de Spitfire, un Steakhouse al mejor estilo occidental.

La razon por la que preferiamos Saltz por encima de cualquier otro restaurante en Dhaka, y creanme que lo poco que puedo resaltar de Bangladesh es su impresionante gastronomia y restaurantes de primer orden, era el magnifico ambiente que habian logrado crear los propietarios, haciendo que uno sintiera que se encontraba en la cubierta de un buque pesquero. Los precios de los mariscos eran increiblemente baratos y de la preparacion ni hablar. La paella era infinitas veces mejor que la del Centro Español.

Por lo regular, toda actividad que realizaramos los jueves por la noche iba acompañada de alcohol, siempre y cuando tuvieramos una que otra botella disponible de algun espiritu, ya que era sumamente dificil de conseguir. Dado que todos los que nos encontrabamos en Dhaka viajamos en Diciembre, aprovechamos la oportunidad para comprar cada uno el maximo permitido en el Zia International a nuestro regreso a Bangladesh (una botella por pasaporte), pero ninguna de ellas logro permanecer completa hasta la noche en cuestion. Nuestro proveedor, un local que vendia todo tipo de espiritus de contrabando, era visto como un delincuente ante los ojos de la ley, por lo que pasaba la mayor parte del tiempo manteniendo un bajo perfil y cuando hacia esto, era imposible localizarlo. Cuando el entendia que la costa estaba despejada, entonces nos llamaba el a nosotros, nunca nosotros a el y cada uno compraba al menos dos botellas de su marca favorita o de lo mejor que el tuviera que ofrecer. Una botella de Chivas Regal o de Black Label rondaba los US$100.00, por lo que nos veiamos obligados a comprar una marca menos conocida y mucho mas barata, que era el Passport Scotch a un costo de US$30.00, mas caro que el mismo Chivas Regal en Dominicana. Lamentablemente, este jueves nos sorprendio sin una sola botella y con nuestro proveedor emprendiendo la huida, asumimos que de las autoridades, ya que teniamos dos semanas que no sabiamos de el (en la mayoria de estados islamicos, la distribucion de alcohol por parte de los locales costituye un crimen).

Otra persona que siempre se encargaba de que nunca nos faltara nada era uno de los dueños, el menor de los dos propietarios, de quien siempre recibimos un trato exquisito y sus atenciones incluian desde salidas a cenar hasta nuestro adorado Chivas. Dos meses antes de nuestra salida nocturna, se nos habia ofrecido un Chivas Regal si cumpliamos la meta de produccion para el mes de Octubre, la cual sobrepasamos con creces, pero la botella no habia llegado hasta nosotros y entendiamos que era de mal gusto reclamarla, asi que estabamos solo a la espera de que nuestro benefactor nos la hiciera llegar.

Cabe destacar que luego de pasadas nuestras vacaciones colectivas en Diciembre, tuvimos una de las peores rachas en terminos de produccion durante las siguientes tres semanas, lo que habia llevado a la gerencia a pautar reuniones de "emergencia" los viernes por la mañana, cada una de las tres semanas siguientes, lo que habia limitado nuestras acostumbradas celebraciones de los jueves por la noche a solo permanecer en la casa. Es esto lo que hacia esta noche del 8 de Enero especial. Se entendia que despues de tres semanas practicamente sin ningun tipo de distraccion, permitirnos tomarnos el viernes siguiente libre para que recargaramos las pilas era lo mas sensato.

En vista de que para este jueves nos encontrabamos "secos", pudo mas el interes que nuestra decencia y le recordamos a nuestro benefactor ese jueves por la mañana, la botella que nos habia prometido. El se sorprende de que eso aun estuviera en su posesion y se excuso de no habernosla hecho llegar antes y nos dejo instrucciones de que al salir de la empresa enviaramos a nuestro chofer a su casa esa misma noche. No quiero que me malinterpreten, ya que a lo mejor doy la impresion de que nuestro paso por Bangladesh nos convirtio en alcoholicos, pero es algo que haciamos solo ocasionalmente y la verdad es que nos ayudaba un poco a disipar las presiones, que no eran pocas.

Dado que Saltz se encontraba a 3 esquinas de nuestra casa, soliamos ir a pie para asi aprovechar el aire fresco y la caminata de regreso nos ayudaba a hacer una mejor digestion, pero como esta vez debiamos enviar a Motiar a procurar nuestro bien merecido regalo, le pedimos que nos dejara en el restaurante y que siguiera directo a la casa de nuestro benefactor. Invitamos a Rajib, nuestro asistente, que nos acompañara a cenar y por que no, a disfrutar de un escoces de 12 años de añejamiento. El, de fe islamica, como casi todo el resto de los bengalies, solia disfrutar de una copa de vez en cuando, alegando que antes que ser musulman, el era un "humanitario".

Asi procedimos al buffette de Spitfire, deseando cambiar un poco la rutina y de esta manera estar listos y reposados para cuando llegara nuestro regalo. Aunque la casa de nuestro benefactor no estaba tan lejos del lugar en el que nos encontrabamos, con el transito de Dhaka este viaje bien podia tardar mas de media hora. En efecto, transcurridos unos 35 minutos, Rajib recibe la llamada de Motiar, nuestro chofer, quien se muestra dudoso de entrar al establecimiento con la botella de Chivas en sus manos, dado que la gran mayoria de establecimientos tiene prohibido servir bebidas alcoholicas y los que si pueden hacerlo, no se la sirven a los locales. Nosotros, en calidad de expatriados, podiamos llevar alcohol a cualquier lado que quisieramos y no se nos cobraba el "descorche", pero habiamos pasado por alto que Motiar, local al fin, no tendria esta facilidad. Rajib, que si bien es local, tambien tiene un desenvolvimiento increible y posee un ingles impecable, se ofrece a salir a buscar a Motiar y hablar con el personal de seguridad para que le permitan pasar.

A todo esto, nosotros permanecemos en nuestros asientos, extraviando la mirada cada cierto tiempo hacia la mesa contigua a la nuestra, ya que en ella se encontraban cuatro personas, entre ellas un norteamericano, una sueca y dos bengalies que obviamente habian vivido fuera del pais por un tiempo. No es extraño encontrarse con extranjeros en Dhaka y mucho menos en nuestro sector, Gulshan 2, que alberga la mayoria de embajadas y colinda con los sectores de Baridhara y Banani, donde suelen vivir la mayoria de expatriados, pero el hecho de que tres de los ocupantes de esta mesa fueran mujeres, capto nuestra atencion.

El unico hombre era gay y esto lo descubrimos mientras "comiamos boca" y el hablo de un supuesto "amigo" al que extrañaba mucho. No es que nos estuvieramos haciendo ideas con la proporcion de tres para tres, pero al cabo de siete meses en este pais, cualquier tipo de interaccion con otras personas era bienvenida.

Al cabo de unos instantes, se aproxima Rajib, portador de una amplia sonrisa y me imagino que esto se debe a que llego su adorado Chivas, el cual tiene tan pocas oportunidades de degustar. Yo volteo la mirada y quedo de espaldas a la entrada y solo me regreso a la posicion anterior cuando noto que los comensales de otra de las mesas se sobresaltan mientras sueltan sendas reacciones colectivas de exclamacion. Yo me preparo para lo peor y espero ver la botella en el suelo derramando su preciado liquido, ya que era lo menos que se me podia ocurrir cuando vi la cara de todos nuestros vecinos. Resulta que aquella botella de Chivas Regal no era la acostumbrada botella de 1,000 cc que soliamos recibir de nuestro benefactor, sino una de 5,000 cc, en otras palabras, 5 litros. Ya empezaba a entender por que la duda de Motiar de entrar al establecimiento con esta enorme botella a cuestas, quien la cargaba como si fuera un bebe. Yo no soy muy dado a hacer escenas en publico y al ver la reaccion de mis compañeros, quienes no paraban de reirse a todo pulmon, solo acerte a llevarme las manos a la cara y a pedirle por favor a Motiar que se apresurara a esconder la botella debajo de la mesa, pues definitivamente estabamos llamando mucho la atencion, aun cuando no era lo que buscabamos.

En ese momento me senti como aquellas personas que usan varias cadenas en el cuello y mientras mas grandes mejor o como aquellos que adornan sus vehiculos de la manera mas estrafalaria posible. Se como pudieron haberlo visto los que se encontraban en el lugar y de repente me colmo un deseo incontrolable de marcharme de alli y poner fin al bochorno, pero mis amigos no pudieron haber disfrutado mas de la situacion. Estoy seguro que los que visitaban el restaurante no paraban de decir para si: "Mira a estos babosos tratando de llamar la atencion, estrujandonos en la cara que pueden comprar botellas de 5 litros!", y no creo que exagero, pues todo el que estaba alli se volteo a mirarnos.

Como estaba vencido en numeros, no me quedo otra alternativa que quedarme tranquilo y aguantar de manera estoica, no antes de haberme asegurado de que la botella permaneciera debajo de la mesa y no como se habian propuesto el resto de los muchachos, justo en el centro de ella, cual florero en dia de San Valentin.

El resto de nuestra permanencia se fue haciendo mas soportable a medida que se iban marchando el resto de los clientes del lugar y ya la primera impresion que habiamos provocado se iba disipando con la salida de cada uno de los que presenciaron el espectaculo, pero como habiamos llegado relativamente temprano y eran proximo a las 11:00 p.m., sugeri que regresaramos al apartamento y terminar la noche alla, para asi tambien darle descanso a Motiar, quien solia salir de su casa a las 5:30 a.m. para poder llegar a tiempo hasta donde nosotros todas las mañanas. Para mi sorpresa, todos accedieron y asi procedimos a levantarnos de nuestra mesa.

Mientras cruzabamos por la mesa contigua a la nuestra, donde se encontraban las chicas y el muchacho, este nos detiene y nos pide por favor que le permitamos tomarle una foto a nuestra botella para enviarsela por correo a un amigo, para que este vea que no es tan dificil conseguir alcohol en Bangladesh como la gente piensa (si tan solo el supiera). Nosotros obviamente accedemos y yo procedo a explicarle que no era nuestra intencion provocar semejante alarde, ya que no teniamos la menor idea de que se trataba de una botella de 5 litros, la cual habiamos recibido en calidad de regalo. Cortesmente, invitamos a el y a las chicas a tomar de nuestra botella si asi lo deseaban, despues de todo, habia mas que suficiente para dos mesas mas como esta.

Ellos agradecen el gesto y nos invitan a acompañarlos en su mesa. Llamamos a los camareros para que nos traigan mas hielo y gaseosas. Nos presentamos todos e intercambiamos cordialidades, Jeff, es un estudiante de medicina de NYU y se encuentra en Bangladesh en un programa de ayuda donde atienden a niños de escazos recursos de manera gratuita; Nicole, la sueca, solo vino a pasarse unos dias para conocer Bangladesh y compartir con sus amigos y era a quien despedian esa noche, ya que partia para Dubai a la mañana siguiente; las locales, solo de ascendencia, Zarine y se me escapa el nombre de la segunda, habian permanecido la mayor parte de sus vidas en Canada y estaban de regreso a Bangladesh para poner en orden sus papeles y visado, ya que patirian a Inglaterra en cuanto hicieran esto, para proseguir con sus estudios.

Era un grupo muy eclectico y los puntos de conversacion asi lo hicieron notar. Jeff de inmediato quizo hacer una boda Bollywood entre Rajib Y Zarine, dado que ambos eran locales, Zarine contra-ataca diciendole a Jeff que no se sorprendia de su eleccion, ya que habia notado que Jeff miraba con el rabillo del ojo a Rajib mientras cenaban, nosotros nos interesamos por Nicole, ya que si no era modelo, deberia serlo y comentabamos con ella como nos sorprendia la tolerancia que tenia para el alcohol ya que recargaba su vaso con la misma rapidez que nosotros los hombres. Nosotros comentamos que somos dominicanos y Jeff de inmediato empieza a hablar español con una rapidez y fluidez impresionantes y nos comenta que esto se debe a que habiendo vivido en Nueva York toda su vida, ha intercambiado mucho con dominicanos y boricuas. A nosotros nos interesaba su opinion acerca de Bangladesh y este sin resguardos nos dice que le sorprenden algunas incongruencias sociales. Nos pone el ejemplo de una de sus salidas a comprar snacks a un negocio cercano a donde se hospedaba. Este, toma un rickshaw justo frente a su departamento, ya que estos suelen aglomerarse donde halla el mayor numero de extranjeros, pues le pueden cobrar mas caro y reciben mejor propina. Este rickshaw lo traslada desde y hasta su departamento, haciendo una parada en el negocio de estipendio. El compra unos Doritos por 200 takas y al momento de pagarle al rickshaw este solo le cobra la tarifa establecida, 40 takas. Jeff, que no es nada esbelto, mas bien sobrepeso y esta consciente de ello, nos dice que no se explica como este pobre rickshaw, que tuvo que cargar con las mas de 250 libras de su peso por casi un kilometro, mientras imitaba y gesticulaba la cara del rickshaw jadeando, solo cobraba un 20% de lo que le costaba el snack que habia salido a comprar. Nosotros no podiamos evitar parar de reirnos y no tanto por la comparacion, sino por la imitacion que este habia hecho del rickshaw en plena faena y el retrato mental que generaba el ver al voluminoso Jeff siendo transportado por estos diminutos pero laboriosos emprendedores.

Despues de poco mas de una hora de conversacion, los propietarios del local nos informaban que ya era hora de cerrar y que solicitaban nuestro permiso para traernos nuestras cuentas y recoger la mesa, a lo que accedimos sin ningun problema, ya que habia sido una noche mas que agradable.

Al momento de intercambiar numeros de contacto, notamos que nuestros nuevos amigos estaban sin vehiculo y que llamarian un Taxi, lo que a estas horas no era muy recomendable, asi que pusimos a su disposicion nuestro vehiculo, una Toyota Noah, con espacio suficiente para ellos cuatro y nosotros tres mas Motiar. Al momento de abordar todos nuestro vehiculo, Jeff nos pregunta si deseamos continuar con ellos, ya que se dirigian al Dhaka Regency a una fiesta. Nosotros, como no tenemos la menor idea de como es la vida nocturna en Bangladesh dado el poco tiempo que tenemos para disfrutar de ella, evidentemente no sabemos nada de esto y la curiosidad nos llevo a aceptar.

Al llegar al Regency, Rajib decide seguir hasta su casa ya que los efectos del alcohol se habian apoderado de el. Nosotros, los seis restantes, procedimos al piso 11, donde lo que encontramos fue un salon de fumadores a falta de una mejor traduccion para smoking den o "Shisha" como es conocido realmente, que es uno de esos lugares donde colocan un Hookah Den en el centro de una mesa y todos se aglomeran para inhalar tabaco saborizado o Hookah. Evidentemente este no era el sitio que buscabamos, asi que nos dimos media vuelta y volvimos al ascensor pero esta vez dirigiendonos al piso 14, donde se encuentra el lounge del Regency.

En efecto, este era el piso correcto, ya que la musica sonaba a todo volumen y podiamos percibir desde lo lejos los efectos de luces. El cover era de 2,000 takas, una barbaridad si me preguntan, ya que equivale a 1,000 pesos dominicanos, pero ya estabamos aqui, asi que no quedaba de otra. Al momento de entrar al lounge que tenia forma de L, teniendo al bar justo en la entrada, note que inmediatamente a la derecha, donde todo era pista de baile, se encontraban dos camas inmensas dentro de una especie de refugio, ya que estaban en una hendidura construida al parecer justo para estos fines. El techo no podia tener mas de 4 pies de alto, lo que obligaba a todo el que deseara disfrutar de las camas a permanecer doblado si se queria estar de pie o tendido en ellas, a parte de que habia un consumo minimo por igual. Como nosotros habiamos puesto a disposicion de nuestros amigos nuestro Chivas, Jeff se adelanto a comprar la primera ronda y procedimos los seis a relajarnos en nuestra cama, ya que la otra estaba ocupada.

Al cabo de unas cuantas rondas, se nos acerco Satyakam, un compañero de trabajo que se encarga de los Merchandisers y se encotnraba aqui disfrutnado junto a su esposa. El se emociona tanto al vernos, que nos invita a bailar, y no se sorprendan, ya que en esta cultura es perfectamente normal que los hombres bailen entre si, y esto lo habiamos confirmado en el cumpleaños de Anjan hace unos meses, donde todos los hombres de la fiesta querian bailar con los dominicanos. Naturalmente decline esta oferta pero esto de alguna manera lo ofendio y se mostro mas insistente y ante esta eventualidad, solo atine a secretearle a Zarine, quien se encontraba a mi lado que me sacara de alguna forma de esta situacion tan incomoda. Ella le dice a Satyakam: "Sorry, he is already taken" y al parecer funciono, ya que Satyakam se marcho sin mayores consecuencias mientras soltaba una carcajada y me guiñaba el ojo.

El lugar se encontraba lleno de locales y unos cuantos expatriados y no tenia la menor idea de que este tipo de actividades tenian lugar en Dhaka, pero obviamente no era la mejor persona para emitir juicio acerca de la vida noctura. Hizo falta que nos cruzaramos con este grupo para saber de lo que nos perdiamos. La musica es muy diferente a la que estamos acostumbrados a escuchar en nuestros clubes o discotecas, pero es sumamente contagiosa ya que utiliza elementos autoctonos de la musica sudasiatica, como el Ezraj y la Citara y de la cual traje un CD completo.

Alternamos la noche entre bailes y rondas de tragos hasta bien entrada la madrugada, cuando me di cuenta de que ya quedabamos muy pocos en el local y que incluso mis amigos se habian marchado, dejandome solo con el grupo de Jeff. A estas alturas ya estaba haciendo efecto el alcohol y en vez de preocuparme preferi seguir disfrutando del buen rato. Como se aproximaba la hora en la que Nicole debia estar en el aeropuerto, decidimos que ya era hora de marcharnos.

Yo traigo a colacion el hecho de que mis amigos se marcharon y de que sin duda alguna se habian llevado a Motiar consigo y como mi celular ya tenia las pilas descargadas no iba a ser capaz de confirmarlo, lo que nos dejaba a pies. Por suerte ya eran proximo a las 6:00 a.m. y uno que otro CNG pasaba esporadicamente por el frente del Regency. Empezamos a caminar hasta la acera de enfrente, ya que el Regency se encuentra en una calle marginal y todos debatian la mejor ruta, acordando que yo me quedaria a dormir en casa de ellos, para no dejarme ir solo hasta mi casa. Ya en la acera de enfrente esperamos por espacio de unos 10 minutos a que pasara el proximo CNG, hasta que Zarine se da cuenta que justo detras de nosotros hay un vehiculo bastante parecido al nuestro y me lo señala para que confirme si se trata de mi vehiculo o no. Yo me asomo por la ventana del conductor y veo a Motiar durmiendo en el asiento, quien ya iba por mas de 24 horas fuera de su casa gracias a nuestra improvisada escapada. La verdad es que con todo el entusiasmo de la noche (y si, el alcohol tambien) no fuimos capaces de ver que Motiar estuvo justo al lado de nosotros todo este tiempo.

Yo lo despierto y le pregunto donde estan los muchachos y el me dice que hace casi dos horas que los habia ido a dejar en el apartamento y que solo quedaba yo, por lo que habia regresado por mi. Despues de haber dejado a Jeff y las chicas en donde se hospedaban, nos despedimos prometiendonos repetir la hazaña el jueves siguiente.

Fue mi primera experiencia en cuanto a compartir con bengalies en un ambiente nocturno y la verdad es que la pasan igual o mejor que nosotros.

7 comentarios:

Judith dijo...

Me encanto este post!!! Por que dejaste de escribir? yo hasta te habia borrado de los favoritos cuando te despediste......

Arturo Ruiz dijo...

Judith, que bueno saber de ti de nuevo y gracias por siempre darte la vuelta.

Bueno, sucede que al momento de regresar, me vi con que recordaba muy poco de mis ultimos dias por alla y entendia que tenia muy poco que seguir compartiendo, pero a medida que Tio Juan, Jorge y JB me fueron animando a seguir posteando, he hido encontrado una que otra historia suelta.

De hecho, ya no digo que el blog esta clausurado, pero de seguro que las entradas seran mucho menos frecuentes.

Damele un abrazo con todo mi afecto a Chiqui.

jb dijo...

Aituro veo que no todo era trabajo!

Como siempre, tremenda narrativa, siempre tienes a tus lectores interedsado y atento al proximo parrafo!

Arturo Ruiz dijo...

Gracias, JB.

Y si, uno tenia que buscar la manera de desconectarse como fuera, porque unas dos o tres semanas corridas de trabajo eras capaz de soportarlas, pero cuatro corridas te bajan la moral en tal medida, que lo unico que querias hacer era montarte en un avion y dejar todo atras.

Lo que nos ayudo a permanecer alla a los tres, el tiempo que duramos, era el hecho de que viviamos todos juntos en el mismo apartamento y que siempre procurabamos hacer algo para distraernos.

En cuanto a la narrativa, de nuevo gracias por el cumplido, pero lo mas que trato de hacer es contarlo tal como me permite la memoria, para que el que lea pueda tener una idea exacta de como fueron sucediendo las cosas.

Un abrazo, viejo.

Anónimo dijo...

Uf, ,genial de pelicula!

Alejandro dijo...

Diablo Viejo, el jefe les envio otro Chivas de 5lt.!!!! JAJAJAJAJAJAJA me hubiera explotado de la risa tambien........JAJAJAJAJAJA ....la cara de Motiar me imagino era de morirse...

Un abrazo.

Arturo Ruiz dijo...

Aleeeeeeeeeeee! Amar bondhu! Amni kemon ache? Balohr?

Viejo, de lo poco que me hace falta de alla es los Jueves por la noche. De verdad que si, cuando nos poniamos a escuchar musica en tu balcon con un trago al lado.

Y me hubiese gustado que estuvieras ahi esa noche, porque contarlo no es lo mismo que verlo. Motiar tenia cara de PANICO! Jajajajajaja!